Entrantes:
No vamos a escatimar en aperitivos porque en estas ocasiones vienen muy bien, al ser fáciles de preparar y de transportar. Os sugerimos que llevéis una tabla de patés variados hechos por vosotros/as mismos/as compuesta por paté de mejillones, tapenade de aceitunas verdes y negras y humus de aguacate. Acompaña esta tabla con sushi de pan de molde con atún, nuggets de yogur y unos saladitos de queso brie y bacon.
Primer plato:
El primer plato más común en un picnic es una ensalada, elige entre una de arroz, una ensalada con fresas y nueces o una de cuscús.
Segundo plato:
A parte de la tortilla de patata o una acertada empanada de atún, tienes más opciones para llevar al campo, como una empanada de salmón y queso crema, una ronda de sandwiches vegetales marineros o de bocadillos de revuelto de ternera y verduras, muy contundentes, aunque calientes está mejor.
Postre:
Y para finalizar, nada mejor que un rico postre con el que terminar de cargar las pilas, como una trenza de hojaldre o una quesada bien fresquita. Eso sí, necesitarás una buena caminata después para bajar este menú, hazla mejor acompañándola de unas pipas de calabaza para el camino.
Bebidas:
Si vas con niños, además de agua bien fresquita, ofréceles un zumo de mango, naranja y zanahoria bien fresquito. Y para los más mayores, una dulce sangría normal o de sidra. Tú decides.