Ingredientes:
- 350g de Azúcar blanquilla
- Gasificantes*
- 150ml de Agua
- Termómetro de cocina
Elaboración:
- Mezcla el azúcar con el sobre en el que venga el ácido tartárico.
- En un cazo mézclalo con el agua y llévalo a ebullición.
- Después deja que enfríe.
- Cuando alcance una temperatura de 50º añade el otro sobre, que es el bicarbonato sódico.
- Remueve hasta que se disuelva bien.
- Formará una espuma que desaparecerá una vez se enfríe.
- Guarda tu azúcar invertido en un bote hermético y consérvalo a temperatura ambiente, sin exponerlo mucho a la luz. Aguantará unos 10-12 meses.
¿Qué tienes que saber sobre el azúcar invertido?
Esta receta no es más que un proceso químico en el que separas la sacarosa o azúcar común en sus elementos básicos: glucosa y fructosa. Se denomina reacción química de hidrólisis acída.
Muy utilizado en repostería, te comentamos las ventajas de este ingrediente:
- Es más dulce que el azúcar normal.
- No cristaliza, lo cual es ideal para los helados, ya que disminuye el tiempo de congelación, es más fácil manejarlos y obtienes un preparado más suave de textura.
- Mantiene la humedad de las masas (por lo que tus postres durarán más) y aumenta la fermentación, ya que la levadura admite mejor por separado la glucosa y la fructosa.
¿Cómo se utiliza?
Se suele combinar con el azúcar normal. A continuación te detallamos la tabla de sustitución por si quieres empezar a utilizarlo.
Siempre partiendo de la cantidad de azúcar normal que te indican en la receta…
- En panadería, echaríamos la mitad de azúcar invertido (50%) y la otar mitad de azúcar normal.
- En nuestros helados, un 25% de azúcar invertido.
- Y en bollería y pastelería entre un 10-20%
Consejos:
*Los gasificantes lo podrás encontrar en cualquier supermercado y constan de dos sobres. Suelen encontrarse junto a las levaduras químicas.
Foto de Thekitchn.com