Las carnes: es importante que des con la temperatura adecuada, demasiado fuerte hará que la carne se seque y pierda su valor proteico. Según un estudio de Furnio Watanabe, se comprobó que perdía del 30 al 40% de su vitamina B12. Aunque estudios como este de 2009 sobre Los efectos del microondas en los nutrientes de las comidas, rebaten tal conclusión y aseguran que lo que hacer perder nutrientes no es tanto el instrumento en el que se calienta, sino el calor en sí.
Palomitas de maíz: si, totalmente irónico. Pero los granos de palomitas de maíz para el microondas contienen una sustancia que se llama PFOA. Un componente que afecta al sistema endocrino y a la producción de hormonas sexuales. Así que, hazlas como toda la vida: en olla, tapa con cazuela y listo.
Brócoli: según un estudio de 2003 publicado en la revista Ciencia de la Alimentación y la Agricultura , cocerlo dentro del microondas, en un poco de agua, le hacía perder hasta un 97% de sus antioxidantes. Mientras que si se cuece al vapor, sólo pierde el 11%. Ciertas marcas prevén eliminar este componente en 2015.
Margarina o mantequilla: las moléculas de estos ingredientes son cristalizadas y resistentes a las ondas del microondas, por lo tanto, derretirlas en este instrumento solo hará que perdamos su valor proteico por el calor.
Leche y Agua: al hervir estos líquidos en el microondas, no se producen las burbujas habituales del proceso normal. La función de esas burbujas es entibiar el agua y la leche. Por tanto, si les echas cualquier ingrediente a estos líquidos hirviendo hará que el calor se libere rápidamente pudiendo provocar la rotura de la taza.
Espárragos: un estudio de 1999 en la cocina escandinava concluyó que reducía considerablemente su aporte vitamínico.
Ajo: un estudio de los 90 indicaba que en menos de 60 segundos de calentamiento en el microondas desactivaba la alinasa, el componente anticancerígeno del ajo.
Leche materna: normalmente no te recomienda calentarla en el microondas, sino al baño maría. La razón es clarísima: según un estudio de Ricahrd Quan en 1992, calentarla en el microondas reduce sus propiedades inmunológicas, la lisozima (una proteína contra la acción antivírica) y los anticuerpos. E incrementaba el número de bacterias.
Con este post no queremos que dejes de cocinar en el microondas… al contrario, nosotros lo utilizamos muchísimo. Sólo que tengas precaución con estos alimentos. Ya son muchísimos los estudios que han desmentido los falsos mitos del microondas. Pero por todos es sabido que los alimentos pierden propiedades a medida que son cocinados. Seguramente, el sistema de calentamiento que utiliza esta práctica herramienta, sea la razón por las que se pierdan más nutrientes que por otros medios: es un calor uniforme y fijo desde el principio.
En este sentido, te recomendamos que eches un vistazo a la guía «Consejos para una alimentación saludable» De la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), donde te explica la mejor forma de cocinar tus ingredientes para que mantenga todos sus nutrientes.
Fuente: Ecocosas.com y Rebanando.com