La manera que recomiendan la mayoría de expertos es sumergirlas en agua fría con sal.
- Una vez la sal se ha disuelto, déjalo al menos media hora dentro. Si lo dejas de un día para otro mejor.
- Tras el tiempo en remojo, verás que en la superficie del agua hay restos de suciedad.
- Tira ese agua sucia y dale otro lavado a tus almejas/berberechos antes de cocinarlos.