Puedes espolvorear sobre un ingrediente que se va a cocinar para condimentar (sal sobre un sofrito), sobre un plato ya cocinado para decorar (azúcar glas sobre un bizcocho) o sobre una superficie para facilitar la elaboración (harina sobre una mesa para amasar).
Utensilio: se puede espolvorear con la mano, con un colador, con un tamizador, con un especiero o un salero, entre otros utensilios.