Entrantes:
La sobriedad manda en esta época, y no por eso tienes que comer peor, basta con un poco de creatividad o maña para prepara una deliciosa tosta de pisto manchego con huevo o un montadito de manzana y queso.
Primer plato:
Y un clásico de Semana Santa, además del potaje y las sopas de ajo, son las patatas guisadas a lo pobre. Muy sencillas e ideales para entrar en calor. Y si no quieres tradición, acompaña tu segundo de pescado con esta ensalada de fresas y nueces, muy saludable y deliciosa.
Segundo plato:
El bacalao es otro protagonista de esta fiesta, prepáralo encebollado, es muy fácil y el resultado merece la pena. Aunque también puedes probar una dorada a la sal, un clásico de los platos de mar.
Postre:
Y si solo comes torrijas en Semana Santa, aprovecha y degústalas por partida doble de dos tipos diferente. Las clásicas torrijas de leche de toda la vida, o unas golosas torrijas de fresa.