Nuestras madres y abuelas ha empleado este método desde siempre, cada una a su manera pero con el mismo resultado.
A continuación te explicamos el proceso, tan solo necesitas un ingrediente que conservar al vacío (una mermelada); tarros de cristal con su tapa, que cierren perfectamente y sean resistentes a las altas temperaturas; y estos pasos:
- Desinfectar:
- Introduce los tarros y las tapas en una olla.
- Cúbrelos con agua fría.
- Ponlo a cocer todo a fuego lento.
- Mantenlo 5 minutos hirviendo para que se desinfecte bien.
- Retíralo del fuego, saca los tarros y las tapas y déjalo escurrir boca a bajo sobre un trapo de cocina limpio.
- Cerrar al vacío:
- Una vez desinfectados los tarros y secos, echa la mermelada caliente dentro de ellos y tápalos con sus respectivas tapas.
- Pon en el fondo de la olla un trapo de cocina doblado, para que los tarros no toque el fondo.
- Forra cada tarro con otro tapo y mételos dentro de la olla.
- Cúbrelos con agua templada y ponlo a cocer todo a fuego bajo.
- Si los tarros son pequeños, tienes que dejarlo cocer de 25-50 minutos desde que empieza a hervir.
- Si has llegado a este punto, espera a que se temple el agua, y saca los botes.
- Déjalos reposar durante 24 horas, boca a bajo sobre un trapo de cocina.
- Para que el proceso esté cumplimentado las tapas no se tienen que poder abrir fácilmente.
- Después etiquétalos y guárdalos en un lugar fresco y oscuro.