Hoy en día se confita también verduras y frutas, no tanto para conservar, sino más bien para darle a estos ingredientes un acabado más jugoso.
¿En qué consiste la técnica de confitar?
Se introduce el alimento en un recipiente con abundante aceite (o mantequilla) y se cuece lentamente a una temperatura mínima de 70ºC y máxima de 90ºC. Es necesario un termómetro de cocina y vigilar que no hierva, controlar la temperatura es lo más importante de esta cocción. Asimismo es recomendable tapar el recipiente.
De este modo, el alimento se cocerá lentamente, sin coger color y ablandándose por dentro, perderá algo de su sabor pero será mucho más jugoso.
Es recomendable trocear la pieza en porciones medianas (a no ser que sea pequeña) y condimentar el plato, bien especiando el aceite en el que vas a confitar o bien macerando el ingrediente con las especias y salsas necesarias antes de confitarlo.
También se puede confitar la fruta, en este caso se suele hacer con azúcar o almíbar, en lugar de con grasa. No es lo mismo que una mermelada, e inicialmente también se utilizaba esta técnica para conservar la fruta.
El plato más famoso con el que se ha empleado esta técnica es el confit de plato.