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10 alimentos que te sorprenderán cuando descubras de qué están hechos

1. Palitos de cangrejo:

Conocido como surimi o palitos de cangrejo, este alimento que utilizamos en un montón de preparados no tienen nada que ver con el señor cangrejo.

Está compuesto principalmente de surimi, es decir, un montón de músculos de carne de varios pescado blanco triturados a los que convierten en una pasta blanca. Para obtener el resultado final que ves en el supermercado, se le añaden conservantes, almidón, sal, edulcorantes (no naturales), grasas, emulgentes y por último colorantes para que la parte exterior tenga ese colorcito anaranjado.

De origen japonés, fueron los pescadores quienes crearon este producto en su afán por aprovechar todo el pescado. Y si bien aportan muchas proteínas, también tienen mucha sal.

2. Gulas:

En un intento por imitar a las prohibitivas angulas, este producto está también muy lejos de ser natural.

También se elabora a partir del surimi, pero a diferencia de los palitos de cangrejo, no tienen tantos aditivos, y sí se le añaden aceites vegetales, harina de trigo, soja, clara de huevo, tinta de calamar o sepia y extractos de anguila o almeja. Sigue siendo muy artificial pero algo más saludable que el producto anterior por su contenido en proteínas y bajo nivel de colesterol y grasas. 

3. Salchichas:

No es precisamente carne lo que compone a las salchichas cocidas de bolsa (no las frescas) sino un popurrí de partes de varios animales (cerdo, cordero, gallina), por ejemplo en Estados Unidos, pueden tener el estómago y el hocico del cerdo, el labio y el hígado de la vaca, el bazo del cordero… y todo ello condimentado con potenciadores de sabor, colorantes, muchísima sal, agua fluorada, almidón, jarabe de maíz, colorante, sodio, polifosfatos… en fin, una mezcla muy poco apetecible y para nada sana.

Según Muy Interesante, las salchichas (y los Nuggets de Pollo) contienen muy poca carne real, consistiendo en un 64% de pollo y un 17% de puerco «mecánicamente recuperados». Lo que significa que su pasta se obtiene de los restos de los cadáveres de estos animales que han sido despojados de sus partes más típicas que podrás ver en una carnicería. Este proceso no se permite hacer con la vaca. 

4. Paté:

Mucha gente cree que los patés se elaboran con el hígado pato. No te confundas, eso es el foie gras. Los patés se elaboran, como las salchichas, con los restos de diferentes animales (cerdo, vaca, pato): tanto carne como vísceras.

Y como siempre para darle sabor, color, consistencia y durabilidad, se le añaden especias, harina, leche, conservantes… el hígado de pato se le añade en muy pocas cantidades para darle un poco de sabor.

Tanto el paté como el foie gras son ricos en calorías, grasas saturadas, colesteral y sodio, por lo que no es recomendable un consumo habitual. 

5. Queso en lonchas, para sandwiches, :

No son únicamente queso como tal sino que, además de todos los aditivos y conservantes que se le añaden, lo conforman lácteos fermentados (a veces no procesados) y queso. 

6. Queso de untar:

Quizá es uno de los alimentos que más se ha puesto de moda en los últimos años utilizándose como sustitutivo de la mantequilla, para sandwiches, bocadillos, postres… en fin, para un montón de recetas.

Al igual que el queso en lonchas, se obtiene al mezclar fermentos lácticos con los que cuajan leche y nata. A lo que se le añaden aditivos, sal y potenciadores de sabor.

Bastante calórico, incrementa el colesterol y no es recomendado si sufres hipertensión.

7. Gelatina:

Este producto tiene buena fama por ser saludable, nutritivo y mejorar la salud de nuestros huesos. Además no contienen ni aditivos ni conservantes y se le considera proteína pura.

Pero el proceso de elaboración, pone un poco los pelos de punta. La gelatina se compone en un 90% de colágeno. Y el colágeno es una mezcla de piel y huesos de animales. A los huesos se les desgrasa (en las 24 horas posteriores a la muerte del animal) y tritura.

El resultado después de ser triturado, junto con la piel, se lava en ácido y se mezcla con cal unas 5-10 semanas.

Lo que sale de este proceso es esterilizado, enfriado y solidificado. Y voilá, ya tenemos nuestra gelatina. 

8. Morcilla:

Quizá es el que menos misterio despierta, sobre todo si te decides por las morcillas más naturales. Su ingrediente principal es la sangre de cerdo sin coagular, a la que se le puede añadir cebolla, arroz, piñones… depende de la receta.

Todo ello se mete en las tripas del animal, que previamente se han lavado (varias veces) en jabón y limón, para evitar todo el olor posible. Después se hierve.

En algunos elaborados de este producto, se le añade azúcar y en ocasiones, huesos de la cabeza de cerdo triturados, por lo que es posible que encuentres algún trocito duro.

9. Kebab: 

Originariamente, los Kebabs se elaboraban principalmente con carne de cordero. Aunque en la mayoría de los locales, se venden de ternera y pollo.

Lo cierto es que, hace un año, la OCU analizó en Madrid, 25 establecimientos donde se vendía este producto y los resultados dejaron bastante que desear. La principal conclusión es que estos Kebab de ternera y pollo tienen bastante más pollo que ternera, por no hablar de que en muchos había distintos tipos de carne. Sólo en 1 de los kebab analizados había sólo carne de ternera. En los demás, el pollo era el que más cantidad había, junto con carne de caballo y pavo.

Pero no sólo eso, tras en análisis, muchos presentaba altos niveles de calcio, lo que significa que se aprovecharon muy bien los huesos. Y un 36% incluía tendones, mientras que el 15% también tenía fibras. Pero lo más preocupante y desagradable fue que en un 44% se encontró bacterias coliformes: lo que significa que el preparado tenía contaminación fecal, lo que suele ocurrir cuando no utilizas guantes durante el manipulado, ni te lavas las manos. 

Algo que no extraña, ya que en en ninguno de los establecimientos analizados, se atendía sin utilizar ni gorro ni guantes. 

En Reino Unido y Suiza se han realizado estudios similares con resultados también muy similares y preocupantes, salvo que en estos países, sí que se encontró carne de cerdo en el preparado. Algo aún peor, si tenemos en cuenta que muchos de sus consumidores, por religión, no pueden comen este tipo de animal.

Este vídeo es antiguo, pero cuenta el proceso del Kebab en una empresa madrileña:

 

Y en esta noticia de ElMundo.es podrás ver el proceso de elaborado en una empresa de Elche: ir a la noticia.

En este vídeo, sin embargo, ocurre en una fábrica extranjera y lamentablemente, podrás ver muchas de las cosas que se analizaron en el informe de la OCU.

10. Chocolate blanco: 

Realmente, no se trata de chocolate en sí, sino de un derivado, porque no contiene pasta de cacao, que es el ingrediente fundamental de este producto.

La realidad es que el chocolate blanco se compone de: un 20% de manteca de cacao, un 14% de sólidos lácteos, un 3,5% de grasa láctea y aproximadamente un 55% de azúcares y otros edulcorantes.

Si bien es un producto rico en calcio, también lo es rico en azúcares. 

Fuentes: Ideal.esHipercritico.com20minutos.es, Wikipedia, ElMundo.es, Directoalpaladar.com

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